La ubicación del hotel es impresionante, justo al borde del acantilado, ofreciendo vistas espectaculares del mar. La piscina es grande y hermosa, ideal para relajarse y disfrutar del clima. Además, el personal fue muy amable y atento, lo que hizo que nuestra estancia fuera aún más agradable.

A veces, el servicio en el restaurante fue lento, lo que puede ser frustrante durante las horas pico.

Un refugio con vistas impresionantes

Las vistas desde mi habitación eran indescriptibles, con una hermosa panorámica del mar Mediterráneo que ayudaba a empezar cada día de la mejor manera. La piscina fue un verdadero oasis y el personal siempre estaba dispuesto a ayudar con una sonrisa, haciendo de mi estancia algo especial. disfruté de la variedad de opciones gastronómicas disponibles durante todo el día.

Sin embargo, fui sorprendido por la estricta política del hotel sobre la comida y bebida de fuera. me pareció un poco injusto que no se pudiera llevar ni agua al área de playa, especialmente con el calor abrasador. Eso fue un inconveniente en un par de ocasiones.